Si quieres tener una mirada sana, sí he dicho mirada sana, no sólo los ojos, debes mantenerte alejado de la conjuntivitis, para ello lo más importante es mantenerlos limpios, no te “restriegues” los ojos con las manos sucias, porque ésta es una infección, provocada la mayoría de las veces por una bacteria o un virus. Aunque la conjuntivitis se puede tener a cualquier edad, los niños son los más propensos en cogerla.
Sabemos que tenemos conjuntivitis si la parte más externa del ojo está inflamada. La mayoría de las conjuntivitis son leves, pero si no se cuida a tiempo pueden causar daños importantes.
Uno de los síntomas que se siente es que parece que se te ha metido algo en el ojo, también aparecen demasiadas legañas, blanca, amarilla o incluso verdosa. Hay niños, que además de conjuntivitis presentan un cuadro de otitis, sobre todo cuando son un bebé, por eso si el pequeño llora más de lo normal llévalo al pediatra.
Todos los tipos de conjuntivitis infecciosa son contagiosos, se produce por contacto directo o indirecto con las secreciones del ojo. Se recomienda que los niños con conjuntivitis no vayan a la guardería durante esos días.
Lo normal es que el médico te mande un colirio, pomada o gel como tratamiento, suele durar una semana. Un truco par echar las gotas dentro del ojo de tu hijo es pedirle que cierre los ojos, y ponga la cabeza hacia atrás, entonces (con los ojos cerrados) aplica la gota en el lagrimar y ahora dile que los abra y cierre durante unos segundos.