En muchas culturas y durante mucho tiempo, los albinos han sido personas malditas, más cerca de los demonios que de los ángeles, a pesar de su aspecto. El término albinismo se refiere a un conjunto de enfermedades hereditarias que producen la ausencia de pigmentación de la piel, ojos y pelo. En nuestro blog de Salud, os contamos todo acerca de esta enfermedad, así como las dificultades que sufren las personas que la padecen.
¿Qué es el albinismo?
El albinismo es una ausencia o disminución congénita de melanina, que puede darse en la piel, los ojos o el pelo. El albinismo se manifiesta desde el nacimiento, y la forma en la que se hereda esta enfermedad es, en la mayor parte de los casos, autosómica recesiva, por tanto es necesaria la existencia de un gen anómalo en dos cromosomas del enfermo,uno procedente del padre y otro de la madre, para que se manifieste la enfermedad. La alteración en este gen, puede estar relacionada con la producción, el transporte o almacenamiento de melanina. Hay diferentes grados de albinismo y también diferentes tipos de albinismo, según la alteración del gen.
Una de cada 15.000 personas es albina, y la probabilidad aumenta en familias en las que existen personas albinas. La frecuencia de albinismo varía según el tipo de albinismo, y según la raza. El albinismo existe en todas las razas. Incluso en el resto de mamíferos, así como en otros animales, existen casos de albinismo: recordemos el caso del famoso «Copito de nieve», el famoso gorila albino del zoológico de Barcelona.
¿Qué es la melanina?
La melanina es un pigmento que se produce en unas células especializadas, los melanocitos, situados en la piel, pelo y retina de todas las personas. Tiene una función de absorción de los rayos ultravioleta que resulta fotoprotectora, y es el pigmento que da color a la piel, ojos y pelo. Los melanocitos producen dos tipos de melanina, que se combinan en diferente proporción dando lugar al color de ojos, pelo y piel.
Tipos de albinismo
Existen dos tipos de albinismo, principalmente; veamos cuáles son:
- Albinismo oculocutáneo: afecta a la pigmentación de pelo, piel y ojos. Este es el tipo más frecuente.
- Albinismo ocular: afecta a la pigmentación de los ojos únicamente.
Otros problemas derivados del albinismo
El albinismo puede dar lugar a otros problemas de salud, derivados de la carencia de melanina:
- Problemas en la visión: la ausencia de pigmentación en los ojos, que suelen ser pálidos, provoca hipersensibilidad de estos a la luz, siendo habitual la fotofobia. Otros problemas son falta de agudeza visual, nistagmus (movimiento involuntario de los ojos) y estrabismo, en ocasiones derivado de una visión binocular o tridimensional. El uso de gafas de sol o viseras es común entre las personas albinas.
- Problemas en la piel: la ausencia de melanina provoca que la piel sea excesivamente sensible al sol, ya que las personas albinas no pueden ponerse morenas. Esto implica una mayor tendencia a desarrollar cáncer de piel, por lo que es necesario el uso de cremas solares con pantalla total.
- El albinismo suele asociarse a otros síndromes congénitos como las enfermedades de Chediak Higashi o el síndrome de Hermansky Pudlak.
El albinismo en África
Además del rechazo social y de las dificultades derivadas de la alta exposición al sol, los albinos africanos se exponen a un peligro aún mayor, que atenta contra su integridad: la creencia de que distintas partes del cuerpo de los albinos poseen propiedades mágicas. Esta superstición hace que muchos albinos sean perseguidos y asesinados con el fin de vender sus cuerpos a los curanderos locales. Esta situación es especialmente preocupante, ya que el asesinato de albinos se incrementa cada vez más. Además, la probabilidad de ser albino en África es mucho mayor que en otros países: de cada 4000 niños que nacen, uno es albino. La superstición y la falta de medios, reducen la esperanza de vida de los albinos africanos entre los veinte y los treinta años.
A continuación puedes ver un reportaje que trata esta problemática.
Fuentes: El País, Centro nacional de biotecnología