Como todos los veranos, cuando se acercan los calores y ciertos cambios en los hábitos de vida como el sueño y la rutina de la comida, llega el momento de ofrecer recomendaciones sencillas y fáciles para disfrutar de esta época sin riesgos.
Beber mucho líquido, no exponerse al sol en las horas centrales del día, enfriar la casa por la noche o adaptar la alimentación a las condiciones de esta época del año, son algunas de los consejos que ayudarán a la población a sobrellevar las altas temperaturas.
Los colectivos más vulnerables a las altas temperaturas son los ancianos, que viven solos o sufren alguna demencia; los niños pequeños, las personas que sufren una enfermedad crónica o las personas que consumen elevadas cantidades de alcohol o drogas.
La alimentación es uno de los aspectos que se deben cuidar en verano, realizando siempre cinco comidas al día y evitando comer fritos, rebozados o excesivas grasas, al ser más recomendable preparar los alimentos a la plancha, hervidos o asados. Realizar una dieta variada, con al menos cinco raciones de fruta u hortalizas al día, permanecer bien hidratado y hacer ejercicio adaptado a las necesidades individuales, son otros consejos importantes para mantener una dieta saludable durante el verano.
Sobre la alimentación, también es muy importante vigilar que se mantenga la calidad y frescura de ls alimentos, tanto de los cocinados en nuestra propia casa como cuando comemos fuera, especialmente en países extranjeros con pocas garantías sanitarias.
