Dermatitis atópica

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La dermatitis atópica es una alteración de la piel que suele comenzar a manifestarse en la infancia, aunque es sufrida por igual por niños y adultos. La causa de esta enfermedad no se conoce, y al igual que el tratamiento, puede variar dependiendo del paciente. A pesar de esto, en nuestro blog de Salud, te damos algunos consejos que pueden serte de ayuda para hacerte más llevaderas las molestias derivadas de esta afección.

¿Qué es la dermatitis atópica?

La dermatitis atópica es una afección cutánea, en la que la piel se enrojece, pica y finalmente se escama. Suele ser de carácter alérgico, y afecta principalmente a las zonas de los pliegues de la piel, como axilas, corvas, la flexión del brazo, manos, cuello... Evoluciona en brotes, con períodos de mejoría y otros de empeoramiento. Cada vez es más frecuente y se produce tanto en niños como en adultos. No se conoce la causa de la enfermedad, pero sí se sabe que la herencia juega un papel importante, pues estos niños con frecuencia tienen padres o hermanos que la han padecido.

La dermatitis suele manifestarse o empeorar en momentos de estrés, ansiedad, y cansancio y también parece variar según la dieta del paciente, ya que en algunos casos la dermatitis puede manifestarse debido a alergias e intolerancias a ciertos alimentos. También pueden deberse a alergias a otras sustancias que entran en contacto con la piel: metales, productos de higiene y limpieza, polvo…  etc.

Aunque la enfermedad suele desaparecer con la pubertad, muchas otras personas la sufrirán a lo largo de su vida adulta. A continuación, ofrecemos una serie de consejos especialmente indicados para el cuidado de las pieles con dermatitis.

Consejos para el cuidado de pieles atópicas

La dermatitis debe ser tratada de una forma global, ya que en muchos casos no es una enfermedad en sí, sino un síntoma derivado de otros trastornos, como problemas alimentarios, alergias o estrés. Por eso, algunos de los consejos no se refieren directamente a la piel, sino al modo de vida.

En primer lugar, se tratará de mantener una buena hidratación de la dermis y evitar irritantes, para lo cual es aconsejable evitar los baños prolongados (no más de 5-10 minutos), utilizar jabones de avena o parafina y aceites de baño, que se pueden incorporar al agua del baño o aplicar sobre la piel todavía húmeda tras el mismo, para evitar la deshidratación. Asimismo, es necesario hidratar la piel con cremas. Las cremas hidratantes a utilizar a veces pueden producir alergia y picores. Incluso una misma crema que normalmente funcione bien, en alguna ocasión puede resultar irritante, especialmente si ya hay heridas en la piel. Lo mejor es utilizar cremas específicas para este tipo de pieles sensibles, que suelen llevar componentes que calman la piel.

Se recomienda evitar las prendas de lana y de fibra, y optar por el algodón, sobre todo en la ropa que entre en contacto directo con la piel, ropa de cama y toallas. Es mejor no abrigarse demasiado y no usar ropa ajustada, para evitar la sudoración y el roce. Procure mantener las uñas cortas y limpias para evitar así las heridas y las infecciones provocadas por el rascado.

Es necesario evitar el contacto directo con productos químicos, por lo que es imprescindible el uso de guantes para limpiar y a veces también para cocinar, ya que algunos alimentos, como el tomate o los cítricos, pueden irritar la piel de las manos.

Beber agua y líquidos en abundancia contribuye a mantener hidratado el organismo, y por ende la piel.

Los familiares y amigos que convivan con una persona que padezca dermatitis atópica deben saber que el estrés y los nervios favorecen la aparición de nuevos brotes. Es beneficioso para los pacientes de dermatitis el practicar algún deporte de forma regular para calmar los nervios y también eliminar toxinas del organismo. Es imprescindible una ducha inmediatemente después, ya que el sudor en contacto con la piel puede producir picor y agravar los brotes.

Dormir bien y comer bien y sano, favorecen la desaparición de la dermatitis. Otros factores, como el sol y el agua del mar, ayudan a que la piel se cure y recupere su elasticidad.

Cuidar la limpieza tanto de la casa como de la cama. Es necesario ventilar bien la casa y mantenerla limpia de polvo, que favorecerá la aparición de ácaros. Cambiar las sábanas una vez a la semana y regularmente darle la vuelta al colchón y pasar la aspiradora por encima.

Dieta para el tratamiento de la dermatitis atópica

Se recomienda también eliminar algunos alimentos de la dieta e incorporar otros que resultan beneficiosos, ya que mientras algunos alimentos favorecen la aparición de alergias, otros contribuyen directamente tanto a la salud de la piel como a la limpieza del organismo.

  • Alimentos a evitar: los fritos, alcohol, marisco, leche y derivados, quesos grasos, embutidos, carnes, azúcares, chocolate y harinas refinadas, así como los alimentos con aditivos químicos, como las golosinas y la bollería industrial.
  • Alimentos beneficiosos: frutas, especialmente los cítricos, avena (también puede sustituirse la leche de vaca por leche de avena), zanahorias, tomates, pimientos, y las verduras en general, pescado azul, levadura de cerveza viva, aceite de germen de trigo, aceite de onagra, así como los alimentos depuradores, que ayudarán a eliminar las toxinas del organismo.

Algunos consejos para calmar el picor

El picor es sin duda la mayor molestia causada por la dermatitis atópica, aunque este problema de la piel también resulta muy incómodo psicológicamente para quien la padece. La sequedad de la piel provoca mucho picor, por lo que la hidratación es muy importante, tanto por dentro, bebiendo líquidos abundantemente, como por fuera utilizando cremas después de la ducha.

El estrés también puede producir picor. A veces no aparece durante el momento estresante, sino cuando el cuerpo se relaja. Por eso es frecuente que el picor sea más intenso por la noche y también durante el sueño. A veces puede ayudar dormir con guantes de algodón para evitar el rascado mientras se duerme.

El agua fría también calma el picor, por lo que permanecer bajo el chorro de agua fría unos segundos después de la ducha es una buena opción para evitar molestias.

Algunas plantas también poseen propiedades calmantes, como la manzanilla y la caléndula. Puede realizarse una infusión de alguna de estas plantas, y cuando esté fría aplicarla sobre las zonas irritadas con una gasa limpia.

¿Es efectivo el tratamiento con corticoides?

Bajo supervisión médica, pueden usarse cremas o soluciones con medicamentos antiinflamatorios (corticoides) sobre las zonas de piel más afectada, durante períodos breves de tiempo. A veces es necesario completar con fármacos que disminuyen el picor (antihistamínicos) por vía oral. El efecto positivo de este tratamiento, es que elimina los brotes muy rápidamente, sobretodo al principio.

Sin embargo, no contribuyen a que el problema desaparezca, ya que al cesar la aplicación, los brotes volverán a aparecer. Recordemos que la dermatitis normalmente no es el problema en sí, sino uno de los síntomas. Además, una aplicación regular de corticoides conlleva que dejen de surtir efecto porque el cuerpo se acostumbra a ellos, además de que poseen efectos adversos para la salud. Por eso, aunque no es aconsejable su aplicación, si se utilizan debe hacerse sobre áreas muy localizadas, solamente donde se encuentra la erupción. Actualmente también se comercializan corticoides de nueva generación, que poseen menos efectos secundarios, aunque tampoco es aconsejable utilizarlos.

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