Por las mañanas, todo nos cuesta mucho más. Y aun es peor si, como le ocurre a gran cantidad de españoles, entramos a trabajar muy pronto y en la otra punta de la ciudad en la que vivimos. Cada día parece que hay que levantarse antes. Al final, muchos días, los «5 minutitos más» de sueño que nos regalamos se traducen en que no desayunamos o que, al menos, no lo hacemos correctamente.
Nutricionistas y médicos repiten hasta la saciedad que para empezar el día con la energía suficiente es importante desayunar de manera adecuada. Pero claro, para cumplir a rajatabla los criterios nutricionales que recomiendan en la que es la primera comida del día después de muchas horas de sueño en las que no hemos ingerido nada, hay que tomarse un tiempo.
Muchos de nosotros, por prisa y pereza, salimos a la calle con un café y un par de galletas a la calle más de un día. También el autor de este blog. Preparar un buen desayuno, equilibrado y sabroso, no es algo de 5 minutos. Pero al final, más de uno se enfrenta a su jornada laboral con el estomago vacío.
Otra de las excusas más frecuentes, además de la que ya hemos comentado de falta de tiempo, es la de querer bajar de peso. Sin embargo, tal y como afirman todos los expertos, parece que, si no desayunamos, logramos justamente el objetivo contrario. Lejos de adelgazar, dicen los estudios, no desayunar puede hacernos ganar unos cuantos kilos. Y es que para perder peso es fundamental desayunar. Un cuerpo mal nutrido funciona mal. Eso, a la larga, nos hace subir de peso.