La llegada del otoño suele causar alteraciones emocionales ya que esta estación implica que definitivamente hemos acabado nuestras vacaciones, volvemos a sumirnos en las responsabilidades laborales y el estrés vuelve a formar parte del día a día. ¿Cuáles son las consecuencias de esto?
Con la llegada del otoño son muchas las personas que se levantan cansadas a pesar de haber descansado toda la noche, la fatiga es una sensación que no desaparece e incluso puede haber momentos de dificultad para concentrarse.
Todas estas sensaciones y síntomas pueden estar relacionados con la falta de hierro. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) ésta es una de las carencias nutricionales más habituales en países occidentales, siendo las mujeres las que más lo sufren y los hombres en menor proporción.
Causas de la anemia
La pérdida de hierro suele estar relacionada con la descamación del tracto digestivo y, en el caso de la mujer en edad fértil, se añade también la menstruación, pero también hay que tener en cuenta el importante incremento en las necesidades de este mineral durante la etapa del embarazo y la lactancia.
Los expertos en la materia saben que el hierro es un mineral de difícil absorción, a veces comemos alimentos ricos en hierro, pero si éste no se absorbe, no pasa a torrente sanguíneo atreves de nuestro intestino, es como si no lo hubiésemos ingerido. Otras veces, las bajas tasas de hierro se deben a una alimentación deficiente, carente de pan integral y de carnes rojas, que son los alimentos más ricos en hierro.
También puede estar relacionado con algún tipo de operación quirúrgica o incluso el parto, en las que puede haber importantes pérdidas de sangre, lo que implica una merma repentina de las reservas de hierro que deben reponerse cuanto antes.
Solventar la deficiencia de hierro
Una de las formas más sencillas para que nunca te falte hierro y puedas hacer frente a las alteraciones que se sufren durante el otoño, es a través de la alimentación.
Son pocas las personas que consumen carnes rojas, los expertos nos animan a que la consumamos 1 ó 2 en semana ya que aporta mucho hierro al organismo, más que otro tipo de alimentos.
Las verduras de hoja verde son fundamentales para disfrutar de una buena salud, como las acelgas y las espinacas. Pero no dejes de consumir otro tipo de verduras ricas en vitamina C como el repollo blanco, las coles de Bruselas o los pimientos.
La fruta no debe de faltar en tu dieta, las naranjas son ricas en vitamina C y puedes consumirlas de múltiples formas.
¿Qué me decís de las legumbres? Como las lentejas, las judías, los garbanzos, la soja… Que no falte en vuestra alimentación para sentiros plenos por dentro y por fuera.
A su vez, los productos integrales y complementos alimenticios como Floradix, destinados a aportar hierro orgánico al organismo, pueden ayudaros a equilibrar las necesidades nutricionales de este valioso mineral.