Sudar es un proceso absolutamente normal y sano por el que nuestro cuerpo elimina toxinas y regula su temperatura, pero sudar en exceso es una enfermedad que se llama hiperhidrosis. Uno de los problemas que acarrea esta enfermedad es de tipo social, emocional e incluso laboral, ya que se identifica con falta de higiene y dificulta el tratamiento con los demás.
Se cree que el 1% de la población padece hiperhidrosis primaria y ésta afecta por igual a hombres que a mujeres. Es una enfermedad hereditaria.
Una de las causas de la sudoración, además del ejercicio físico es el estrés, pero su activación depende de las condiciones ambientales y de la actividad física y mental de cada individuo. Las áreas más afectadas son: axilas, palmas, plantas de los pies y cara.
Este problema no tiene que ver con la complexión del hombre y de la mujer, dado que la sudoración es generada por una alteración en el sistema nervioso. La hiperhidrosis se divide según sus causas en primaria y secundaria. Se llama primaria cuando estamos ante un fenómeno idiopático, es decir que sus causas no se conocen, es la forma más común.
Y se habla de hiperhidrosis secundaria cuando la sudoración es la manifestación de otro proceso patológico, como hipertiroidismo, terapia hormonal o disfunción hormonal, provocado por la menopausia, enfermedades psiquiátricas u obesidad, entre otras causas.
La hiperdrosis suele comenzar en la adolescencia, y uno de sus factores desencadenantes es la ansiedad, lo cual es un círculo vicioso, porque la sudoración crea ansiedad y a su vez la ansiedad crea sudoración.