En verano llega el calor, y con él la deshidratación porque no ingerimos el líquido necesario, algo esencial sobre todo si tenemos que trabajar bajo el rigor de los rayos solares o bien paseamos por una ciudad turística durante el día.
Es fundamental beber continuamente agua y evitar las bebidas diuréticas, por ejemplo el alcohol o el café, si luego no se compensan de manera adecuada con una buena ingesta de agua o líquidos que ayuden a luchar contra la deshidratación.
Por ejemplo, si estás visitando una ciudad turística, Salamanca, Toledo, …, lleva siempre contigo una botellita pequeña de agua, de forma que puedas beber de vez en cuando y seguir hidratado de manera permanente.
De la misma forma, si estás trabajando en una obra, en un jardín, o cualquier actividad en la que estás obligado a estar bajo los rayos del sol durante un tiempo largo para de vez en cuando para tomar una buena hidratación que te ayude a poder seguir realizando tu trabajo en las mejores condiciones.
Porque aunque siempre es importante ingerir líquidos, y beber dos litros de agua al día, cuando llega el verano deja de ser importante y se convierte en imprescindible porque durante los meses de verano sudamos más, y por tanto, perdemos más líquido, con lo que la hidratación es fundamental.
Y el problema es que no tenemos costumbre de hidratarnos por obligación, sino que tendemos a beber sólo cuando tenemos sed. Un consejo que siempre dan todos los expertos es beber agua cada poco tiempo, incluso si no se tiene sed, para convertirlo en una rutina positiva.
