La importancia de cuidar tus encías

Todos tenemos asumida la gran importancia de cuidar de la dentadura desde la primera infancia y a lo largo de toda la vida. Sin embargo, a veces se descuidan las encías, un tejido muy sensible y del que depende, también, la salud de toda la sonrisa. Muchos casos de pérdida de piezas dentales se deben, precisamente, a diferentes enfermedades de las encías que son perfectamente prevenibles y tratables.

Y es que la mayoría de las afecciones de las encías se generan por una mala higiene, ya sea porque no se utiliza los elementos adecuados para eliminar completamente la placa y las bacterias, o porque el interior de la boca no se lava de la manera y con la periodicidad necesarias. Las bacterias acumuladas en las encías son la causa de que éstas se inflamen, duelan y sangren. En un primer estadío, la enfermedad se denomina gingivitis, que cuando alcanza el nivel de infección generalizada ya pasa a conocerse  periodontitis.

Así que para prevenir probemas, lo prioritario es mantener una higiene correcta. Al cepillarse los dientes, es necesario frotar las encías de arriba a abajo para desprender las bacterias que se encuentran sobre ellas. Limpiar los espacios interdentales con seda o hilo es imprescindible, y si tras la limpieza haces gárgaras con agua tibia, sal y bicarbonato, éstos te ayudarán a desinflamar las encías con gingivitis. Sin embargo, si detectas dolores o sangrados debes consultar a tu dentista por si es preciso un tratamiento concreto.

El comer una manzana es un clásico con verdaderos beneficios para tu dentadura, ya que limpia, masajea y fortalece las encías. También es efectivo activar la circulación friccionándolas suavemente. Son consejos sencillos  que si te habitúas a realizarlos día a día te ayudarán eficazmente a mantener tu dentadura sana por muchos años.

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