«Somos lo que comemos». Un axioma que todos conocemos pero al que nadie, o casi nadie, presta atención porque acabamos por ingerir aquellos alimentos que todos sabemos que no son saludables, pero de los que no queremos prescindir por su sabor o por su sencillez a la hora de cocinarlos.
Por eso, vamos a ver pequeños consejos para mejorar nuestra nutrición sin tener que realizar grandes esfuerzos:
1. Fritos: La primera clave es eliminar los fritos de nuestra dieta. En lugar de freír podemos optar por asar o por hacer los alimentos a la plancha, pero los fritos generan un nivel de grasa insostenible para el cuerpo humano.
2. Salsas y aliños: Mucho ojo a las salsas y a los aliños que utilizamos, porque es una manera de consumir un exceso de grasa sin que nos aporte nada especial al resultado final del plato.
3. Frutas y verduras: Las frutas y las verduras nos aportan las vitaminas que necesitamos, y no tienen nada de grasa, por lo que son un alimento perfecto. Los podemos utilizar, por ejemplo, para matar el gusanillo entre horas.
4. Intentar no comer fuera de casa: Aunque a veces es necesario por razones laborales, y otras deseable por razones de ocio, lo cierto es que hay que evitar comer fuera más de lo necesario, ya que en los restaurantes buscan principalmente el sabor, sin importarles demasiado el nivel nutricional o saludable de su comida.
En definitiva, cuatro pequeños consejos que todos podemos seguir y que nos ayudarán a mejorar nuestra salud con lo que comemos.