Los pies son los grandes maltratados de nuestro cuerpo. Nos olvidamos de ellos, los encerramos durante todo el invierno, cargamos sobre ellos todo el peso de nuestros días. En definitiva, nuestros pies necesitan atención y cuidados, durante todo el año, para mantenerse sanos y bonitos y poder lucirlos al aire en verano, sin complejos. Por eso, a continuación te ofrecemos una serie de prácticas recomendaciones que no debes dejar pasar para mimar como se merecen a tus dos puntos de apoyo.
Para empezar, no te olvides de ellos. Hay que examinar los pies regularmente, prestando atención a los cambios de color y la temperatura, el grosor o la tonalidad de las uñas, ya que algunos de estos aspectos pueden ser una señal del desarrollo de hongos, como también lo es si se te pela la piel en la planta o entre los dedos.
Si sientes dolores habituales en los pies, no lo ignores, porque muy probablemente es un indicativo de algún problema. Acude al médico o al podólogo lo antes posible. Del mismo modo, si padeces callos, verrugas, juanetes o cualquier tipo de afección, debes buscar el consejo de un profesional.
Procura no caminar descalzo, ya que es un riesgo de lesión y de infección. No olvides proteger tus pies con crema solar si van a estar expuestos al sol, ya que, como cualquier otra parte de nuestro cuerpo, también sufren las quemaduras.
Conviene masajear a diario los gemelos. Mejorará el retorno venoso de la zona y conseguirá que los pies tengan mejor aporte sanguíneo. Un sencillo masaje por la noche te reconfortará y será muy beneficioso.