La muerte súbita se define como una muerte natural que ocurre de repente o dentro de la primera hora desde el comienzo de los síntomas. Esta, suele suceder en personas con enfermedades previas o, en el caso de los bebés, sin motivo aparente. La muerte es totalmente inesperada y no hay síntomas que indiquen que algo marcha mal. Normalmente, los médicos centran esta muerte súbita en dos períodos en los que puede ser más «normal» este problema: el nacimiento y los 6 meses de edad y entre los 35-70 años, en ambos casos hay más muerte de varones que de mujeres.
El Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL) es una de las enfermedades más desconocidas de nuestros días. Se debe prestar atención a especialmente a los bebés prematuros. Tampoco hay que descuidar los que presentan una apnea de causa desconocida o un episodio aparentemente letal, sensación de falta de respiración, cambios de coloración, piel morada o pálida, pérdida de tono muscular o fuerza… Los hermanos de los niños que hayan padecido esta desgracia, también deben ser supervisados.
Parece, en lo referente a los adultos, que la causa más común de muerte súbita, natural e inesperada, son las enfermedades cardiovasculares, y, entre ellas, la cardiopatía ateroesclerosa.
Tampoco hay que olvidarse de la conocida como muerte de café, que se centra en la aspiración de un bolo alimenticio, esta puede ser una causa de muerte súbita que se puede tratar. Hay que sacar el trozo de alimento con un dedo, para salvar al paciente. Como siempre insistimos que hay que tomar conciencia, y cambiar estilos de vida tales como dejar de fumar, controlar el peso, hacer ejercicio con moderación.