Cada vez afecta a más gente y, por eso, cada vez nuestra alimentación es peor. Sobre todo se da entre los más pequeños de la casa, que tienen miedo de probar determinados sabores desconocidos para ellos o determinadas verduras o comidas que no les gustan. Pero los expertos coinciden en que no solo podemos comer de aquello que más nos gusta. Hay determinados alimentos, ricos en vitaminas, en fibra o en magnesio que, aunque tengan sabores menos atractivos, tenemos que comer si queremos cuidar nuestra dieta.
Hoy en Salud.es te damos las claves para combatir, sobre todo con los peques, la neofobia. Con paciencia, creatividad e ingenio podemos conseguir que su dieta sea variada. No solo vale el clásico «Hay que comer de todo». Según los nutricionistas, conseguir que un niño coma sano es una cuestión de educacion. Si a un niño se le acostumbra a comer pescado desde pequeño, cuando sea adulto lo seguirá comiendo. Si, en cambio, se le acostumbra al sabor de los fritos, de mayor nunca pedirá algo cocinado a la plancha.
Muchos de nuestros niños no tienen interés en querer probar sabores nuevos, y se quedan anclados en los sabores típicos. ¿Quién no conoce a alguien que come todo con ketchup? Muchas personas necesitan disfrazar las comidas con salsas para poder comérselas. Otras, simplemente, están acostumbradas a comer con mucha sal o con demasiada grasa.
Para combatir esto, lo mejor es empeñarnos en incorporar a la dieta de los más pequeños comidas nuevas y más elaboradas, que huyan de los fritos y la grasa y traten de ser más sanas. Poco a poco, seguro que conseguimos abrir a los niños a nuevos sabores.