¿Sufres fatiga, somnolencia o cansancio general?, pues es posible que padezcas deshidratación. Hoy en Salud te vamos a hablar de un problema que afecta a más gente de la que piensas, la deshidratación y de sus efectos negativos para nuestra vida.
Índice del artículo:
- Las investigaciones revelan los malos hábitos de la población
- Qué problemas produce la deshidratación
Las investigaciones revelan los malos hábitos de la población
Recientes investigaciones han puesto de manifiesto los resultados negativos de la población en cuestión a los malos hábitos, unas rutinas diarias que se alejan poco a poco del ideal teórico. Rosa María Ortega, Doctora, Catedrática de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid comenta que:
«El desconocimiento observado en temas de nutrición, es más grave y evidente en temas de hidratación. Con frecuencia las personas no pueden precisar lo que han bebido y tampoco saben lo que deberían beber. La población no tiene conocimiento sobre la cantidad de líquido que deben tomar, y suele consumir una cantidad insuficiente».
Qué problemas produce la deshidratación
Una deshidratación leve de un 2 %, por ejemplo, nos puede llevar a un marcado descenso de la capacidad de nuestro rendimiento psíquico. Nos puede afectar a las habilidades cognitivas, como la coordinación viso-motora, por ejemplo, incluso al nivel de atención o a la memoria a corto plazo. En los niveles superiores de la deshidratación, podemos comenzar a descender nuestra capacidad de alerta, afectando a nuestra concentración. Viendo, además, aumentado nuestro cansancio, somnolencia y fatiga.
Ana Adán, Doctora y Profesora titular de Psicobiología del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de la Universidad de Barcelona dijo sobre la deshidratación que: «Los cambios en la cantidad de electrolitos en el cuerpo producidos por la deshidratación pueden alterar la actividad cerebral y otros sistemas que intervienen en el proceso cognitivo. Además, en un estado en el que no se tiene una óptima hidratación, la pérdida de líquidos conduce a la producción de hormonas de estrés, factor subyacente de los efectos negativos en la percepción, habilidad espacial y memoria».